Prepárense para el caos: En este juego, usaremos el clásico Naipe Chileno (Serie Negra D52), ¡sin comodines, por supuesto! El objetivo es simple: ¡deshacerse de todas las cartas!

A jugar se ha dicho:

• Reparto equitativo: Dividan el mazo entre los jugadores, ¡como si fueran piratas repartiendo el tesoro! Nadie mira sus cartas, ¡la emoción está en lo desconocido!

• Cuenta regresiva (o ascendente, depende): El primer jugador lanza una carta al centro, al montón de descarte, y grita "¡Uno!". El siguiente continúa la cuenta: "¡Dos!", "¡Tres!", y así sucesivamente. Al llegar a "¡Doce!", volvemos a empezar.

• ¡Manos al centro!: Si el número que se dice coincide con el valor de la carta en el montón, ¡todos a poner la mano encima! El último en reaccionar se lleva todo el montón, ¡qué mala suerte!

• El castigo del rezagado: El perdedor del montón reinicia la cuenta desde el número que quiera, ¡así que elijan sabiamente!

• ¡Error garrafal!: Si alguien pone la mano sin que haya coincidencia, ¡castigado! Se lleva todo el montón, ¡a aprender a contar!

• El doble error: Si alguien se emociona y lanza una carta de más cuando hay coincidencia, ¡todos al montón! El culpable se lleva todo el montón y, además, ¡dos cartas de cada jugador! ¡Auch!

• El último golpe: Cuando solo te queda una carta, ¡espera el momento exacto! Si coincide con la cuenta, ¡pon la mano y victoria! Si no, ¡a seguir jugando!

• El jugador acaparador: Si tienes muchas cartas y los demás ya casi terminan, ¡a lanzar cartas hasta que coincida! ¡No te rindas!

• Fin del turno: Cuando lanzas una carta, ¡tu turno terminó!

• ¡Victoria o derrota!: El primero en quedarse sin cartas, ¡gana!

¡Que comience la diversión!